Les temps n�outrage que l�homme.
Maravillas de otra edad;
Prodigios de lo pasado;
P�ginas que no ha estudiado
La indolente humanidad.
�Por qu� vuestra majestad
causa entusiasmo y pavor?
Porque de tanto esplendor
Y de tantas muertas galas,
Est�n batiendo las alas
Los siglos en derredor.
Muda historia de granito
Que erguida en pie te mantienes,
�qu� nos escondes? �Qu� tienes
por otras razas escrito?
Cada inmenso monolito,
Del arte eximio trabajo,�qui�n lo labr�? �Qui�n lo trajo
a do nadie lo derriba?
Lo saben, Dios all� arriba;
La soledad aqu� abajo.
Cada obelisco de pie
Me dice en muda arrogancia:
T� eres dudas e ignorancia,
Yo soy el arte y la fe,
Semejan de lo que fue
Los muros viejos guardianes�
�qu� sacrificios! �qu� afanes
revela lo que contemplo!
Labrado est� cada templo
No por hombres, por titanes.
En nuestros tiempos �qu� son
Los ritos, usos y leyes,
De sacerdotes y reyes
Que aqu� hicieron oraci�n?
Una hermosa tradici�n
Cuya antig�edad arredra;
Ruinas que viste la yedra
Y que adorna el jaramago:
�la epopeya del estrago
escrita en versos de piedra!
Del palacio la grandeza;
Del templo la pompa extra�a;
La azul y abrupta monta�a
Convertida en fortaleza;
Todo respira tristeza,
Olvido, luto, orfandad;
�aun del so l la claridad
se torna opaca y medrosa
en la puerta misteriosa
de la negra eternidad!
Despojo de lo ignorado,
Busca un trono la hoja seca
En la multitud greca
Del front�n desportillado.
Al penate derribado
La ortiga encubre y escuda;
Ya socav� mano ruda
La perdurable muralla�
Viajero: medita y calla�
�Lo insondable nos saluda!
Sabio audaz, no inquieras nada,
Que no sabr�s m�s que yo;
Aqu� una raza vivi�
Heroica y civilizada;
Extinta o degenerada,
Sin renombre y sin poder,
De su misterioso ser
Aqu� el esplendor se esconde
Y aqu� s�lo Dios responde
�Y Dios no ha de responder!
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