Santo Domingo de Guzmán Santo patrono de
Managua Nicaragua
1885 Aparece su imágen
Santo Domingo de Guzmán
Santo Domingo de Guzmán Por la noche, nadie tan asiduo a las Vigilias y a la oración. En las Vísperas demoraba el llanto, y en los Maitines, la alegría. Dedicaba el día a los prójimos; la noche, a Dios; sabiendo que en día manda el Señor su misericordia, y en la noche, su cántico. Lloraba abundantemente con mucha frecuencia, siendo las lágrimas su pan día y noche; de día principalmente cuando celebraba la Santa Misa; y de noche, cuando se entregaba más que nadie a sus incansables vigilias.
Fundador de los Dominicos (Orden de Predicadores).
Recibió de la Virgen el Santo Rosario.
Contemporáneo de San Francisco. Patrón: Astronomos, República Dominicana, Managua, Nicaragua, científicos
Fiesta: 8 de agosto
Nació en Caleruega (España), alrededor del año 1170. Estudió teología en Palencia y fue nombrado canónigo de la Iglesia de Osma. Con su predicación y con su vida ejemplar, combatió con éxito la herejía albigense. Con los compañeros que se le adhirieron en esta empresa, fundó la Orden de Predicadores.
Murió en Bolonia, Italia, el día 6 de agosto del año 1221.
Su padre, Félix de Guzmán, era noble acompañante del Rey. Su madre era la Beata Juana de Aza de quien Domingo recibió su educación primera.
Cuando tenía seis años fue entregado a un tío suyo, arcipreste, para su educación literaria. A los catorces años fue enviado al Estudio General de Palencia, el primero y más famoso de toda esa parte de España, y en el que estudiaban artes liberales, es decir, todas las ciencias humanas y sagrada teología. El joven Domingo se entregó de lleno al estudio de la teología.
Eran tiempos de continuas guerras contra los moros y entre los mismos príncipes cristianos. Una gran hambre sobrevino a toda aquella región de Palencia. Domingo se compadeció profundamente de los pobres y les fue entregando sus pertenencias. En los oídos de Domingo martilleaban las palabras del maestro: "Un mandamiento nuevo os doy, que os améis los unos a los otros como yo os he amado". Llegó el momento que solo le quedaba lo que mas preciaba, sus libros. Entonces pensó: "¿Cómo podré yo seguir estudiando en pieles muertas (pergaminos), cuando hermanos míos en carne viva se mueren de hambre?". Un día llegó a su presencia una mujer llorando y le dijo: "Mi hermano ha caído prisionero de los moros". A Domingo no le queda ya nada que dar. Decide venderse como esclavo para rescatar al esclavo. Este acto de Domingo conmovió a Palencia.
Domingo conmovió a la ciudad de Palencia de manera que se produjo un movimiento de caridad y se hizo innecesario vender sus libros o entregarse como esclavo. También surgieron vocaciones para la Orden que mas tarde Domingo fundaría.
A los 24 años de edad, Domingo fue llamado por el obispo de Osma para ser canónigo de la catedral. A los 25 años fue ordenado sacerdote.
El Rey Alfonso VIII había encargado al Obispo de Osma, en 1203, la misión de dirigirse a Dinamarca a pedir la mano de una dama de la nobleza para su hijo Fernando. El Obispo acepta y como compañero de viaje lleva a Domingo. Al pasar por Francia, Flandes, Renania e Inglaterra, Domingo quedó preocupado al constatar la extensión de las grandes herejías, los cátaros, valdenses y otras herejías procedentes del maniqueísmo oriental. Estos negaban muchos dogmas de la fe católica, incluso la Redención por la Cruz de Cristo y los Sacramentos.
En 1207 Domingo, con algunos compañeros, entre ellos el Obispo de Osma, se entrega de lleno a la vida apostólica, viviendo de limosnas, que diariamente mendigaba, renunciando a toda comodidad, caminando a pie y descalzo, sin casa ni habitación propia en la que retirarse a descansar, sin más ropa que la puesta.
Comprendiendo la necesidad de instruir a aquellas gentes que caían en las herejías, determinó fundar la Orden de predicadores, dispuestos a recorrer pueblos y ciudades para llevar a todas partes la luz del Evangelio. Funda centros de apostolado en todo el sur de Francia. Pero, reconociendo que para combatir las herejías era necesario una buena formación teológica, busca un doctor en teología que instruyera a la comunidad. Más tarde, uno de sus discípulos en la orden sería la lumbrera más grande que haya tenido la iglesia universal: Santo Tomás de Aquino.
Santo Domingo fue un gran amigo de San Francisco de Asís, a quien visito y abrazó efusivamente.
Santo Domingo poco después fundó la rama femenina de su Orden.
La misión de los dominicos, predicar para llevar almas a Cristo, encontró grandes dificultades pero la Virgen vino a su auxilio. Estando en Fangeaux una noche, en oración, tiene una revelación donde, según la tradición, la Virgen le revela el Rosario como arma poderosa para ganar almas. Esta tradición está respaldada por numerosos documentos pontificios.
El 21 de enero de 1217, el Papa Honorio III aprobó definitivamente la obra de Domingo, la Orden de los predicadores o Dominicos.
En 1220 la herejía de los cataros y albigenses se había extendido por Italia. El Papa Honorio pone a Domingo a cargo de una gran misión.
Murió en Bolonia el 6 de agosto de 1221.
Fue canonizado por Gregorio IX en 1234. El Papa dijo: "De la santidad de este hombre estoy tan seguro, como de la santidad de San Pedro y San Pablo".
Sus libros favoritos eran el Evangelio de San Mateo y las Cartas de San Pablo. Siempre los llevaba consigo para leerlos día por día y prácticamente se los sabía de memoria. A sus discípulos les recomendaba que no pasaran ningún día sin leer alguna página de la Biblia.
Santo Domingo contaba que veía a la Virgen sosteniendo en su mano un rosario y que le enseñó a recitarlo; dijo que lo predicara por todo el mundo, prometiéndole que muchos pecadores se convertirían y obtendrían abundantes gracias. El Santo se levantó muy consolado y abrazado de celo por el bien de estos pueblos, entró en la Catedral y en ese momento sonaron las campanas para reunir a los habitantes
Domingo de Guzmán vio la necesidad de un nuevo tipo de organización para dirigir las necesidades de su tiempo, uno que traería la dedicación y educación sistemática de las anteriores órdenes monásticas para influir en los problemas religiosos de la población, pero con más flexibilidad organizacional que las otras órdenes monásticas o la clerecía secular
Santuario de Santo Domingo (escultura)
Si la devoción popular ha visto el Domingo de Guzmán vinculado a la devoción de la Virgen a través del Rosario, como fundador y propagador del mismo, la intervención de Domingo como delegado de los inquisidores pontificios para reconciliación de herejes ha conducido a considerarlo como uno de los grandes inquisidores del siglo XIII, en la línea de los célebres inquisidores de los siglos siguientes. Para otros muchos la figura de Domingo es la del fundador de la Orden de Predicadores, cuyo significado en la historia de la Iglesia es bien conocido
Las personas humanas no acaban con la muerte. Además de lo que continúa vivo ante Dios, quedan siempre huellas, entre los hombres, que tardan más o menos en desvanecerse. Figuras estelares hay, cuya luminosidad parece llamada a durar siempre. Domingo de Guzmán, desde su trilogía de apóstol, santo y fundador, tiene garra como para hacer pensar que la tea encendida con que le ha representado la tradición y piedad populares, tiene todavía mucho que iluminar cara al futuro
- “O Sennor Dios, siempre te plogo el ruego de los mansuetos e humildes” (Jdt 9, 16). Por humildad acançó la cananea lo que quiso e demandó (Mt 15, 21-28), e el fijo desgastador con el su padre (Lc 15, 18-24), e el que dixo: “Sennor, non soy digno que tú entres en la mi casa” (Mt 8, 8). Sennor, humilla mucho el mi spíritu, ca, Sennor, delante ty soy humillado fasta agora (Sal 108, 107).
Algunas veces, cuando residía en el convento, el santo padre Domingo se colocaba de pie ante el altar, con todo el cuerpo erguido sobre sus pies sin apoyarse o arrimarse a nada y en ocasiones con las manos extendidas ante el pecho como si fuera un libro abierto. Se mantenía así derecho con toda reverencia y devoción, cual si estuviera leyendo delante de Dios. Se le notaba entonces por la boca que musitaba las palabras divinas y como que se las decía dulcemente a sí mismo. Le era muy familiar el proceder del Señor que narra Lucas, cuando Jesús entró en la sinagoga un sábado, según su costumbre, y se levantó para leer (Lc 4, 16). Y en el salmo se dice: Se levantó Finés y oró, y se detuvo la ruina (Sal 106, 30).
Oraba muchas vezes santo Domingo lançándose todo en la tierra, enclinado sobre la su cara, e conpungíase en su coraçón, e envergonçábas a sy mesmo, e dezía algunas vegadas assy alto –tanto que le oían-aquellas palabras del santo evangelio: Deus, propiçius esto michi peccatori, “Sennor, sey çercano a mí, peccador” (Lc 18, 13). E piadosamente e con reverençia aremenbraba las palabras del propheta David: “Yo so el que pequé e fiz mal” (2 Re 24, 17). E lloraba e gemía fuertemente, e dezía: “Non soy digno de ver la altura del çielo por la mucha copia de los mis peccados, ca yo exçité la tu yra et malum coram te feçi, “e fiz mal delante ty” (Oración de Manasés 10-12). E de aquel psalmo Deus auribus nostris, etc., fuerte e devotamente dezía: Quoniam humiliata, “porque es humillada en el polvo la nuestra ánima, allegose a la tierra el nuestro vientre” (Sal 44, 26). E más: Adhesit pavimento etc., “allegose al tenplo de Dios la mi ánima, dame spíritu de vida, Sennor, según la tu palabra” (Sal 119, 25).
Presenta una composición muy distinta de las versiones conocidas de Maino. La escena está amparada por una arquitectura envolvente y el grupo humano que lo compone. Carece de la intimidad religiosa, característica de este escena. La centra dentro de un espacio sacro, con paramento arquitectónico de una pilastra y puerta abierta a un claustro conventual, con doble altura. Cubre la mitad del fondo de la tela. La otra mitad, formada por un cortinón rojo que sorpresivamente desciende de lo alto, con fondo dorado y cabezas de angelillos. La perspectiva lineal de un pavimento damero encamina al contemplador a la escena. Cuatro personajes dentro de una composición imaginaria, rodean el lienzo bajado milagrosamente del cielo. Las figuras del tercer plano toman altura sobre la escalinata de la iglesia, que representan a Santa María Magdalena y a la Virgen, quien muestra el retrato, tomado con sus dos manos de los extremos del lienzo. De pie, sobre el pavimento sitúa a Santa Catalina, con una espada en la mano izquierda, una rama verde en la derecha y el símbolo de su martirio a sus pies.
Escultura relicario s. XVII
Talla policromada. Escultura-Relicario.
Medidas: 62 x 25 cm.
Primer cuarto del siglo XVII.
Monasterio de Porta Coeli, MM. Dominicas,VaIladolid.
Devota y expresiva imagen. Presenta a Santo Domingo de pie, sobre una peana de madera, con gallones y volutas. La capa negra le cubre el medio cuerpo como si fuera un poncho, dejando visible la parte baja de la túnica y escapulario. Entre el centro del pecho y el límite de la capa lleva un hueco rectangular para relicario. La mano derecha la extiende hacia adelante, mientras que la izquierda sostiene un libro abierto. En la parte baja, sobre la peana, asoma la cabeza de un perrillo, con collarín.
La Virgen le entrega el Rosario
La Virgen María entrega el Rosario a Santo Domingo Ignacio Ruiz de la Iglesia (1640-1703).
Óleo sobre lienzo.
Medidas: 156 x 112 m.
Firmado en el ángulo inferior bajo: "Pictor Regis", pintado después de 1689. Parroquia de Santa Rosa de Lima, Venta de Baños (Palencia).
Santo Domingo de Guzmán
Gregorio Fernández (1576- 1636).
Talla policromada.
Medidas: 187 x 110 x 70 cm. (sin contar peana). Iglesia conventual de San Pablo, PP. Dominicos, Valladolid.
Fiestas de Santo Domingo de Guzmán Managua, Nicaragua
Entre los primeros rayos de sol y aún con el rocío de la madrugada, la Imagen de Santo Domingo de Guzmán acompañada del Mayordomo de las Fiestas Patronales y miles de promesantes y devotos, sale de la parroquia Las Sierritas rumbo a la Iglesia de Santo Domingo de Managua donde permanece por diez días.
Las fiestas "agostinas" comienzan el primero de agosto con la tradicional "Traída" de la pequeña imagen de Santo Domingo de Las Sierritas a Managua, y el 10 de agosto con "La dejada" del santo en hombros de cargadores tradicionales, en medio de una enorme multitud de creyentes.
En la víspera de la Traída de Santo Domingo de Guzmán, paralelamente a la Vela del Barco, al tradicional Palo Lucio y a la Vela del Arco; pobladores de Las Sierritas y devotos de Minguito, celebran con un derroche de alegría, tradición y folcklor, la elección de la India Bonita de las fiestas, donde resultó electa la señorita María Vásquez Jara de la comarca Los Vanegas, corona que fue impuesta por el Alcalde, Mayordomo de las Fiestas Patronales.
El padre Héctor, cura párroco de la Iglesia de Santo Domingo, bendijo la "tajona", un instrumento de madera y cuerdas de cuero, que sirve para flagelar a los mal portados, y que fue entregada al alcalde Marenco, nombrado por tercer año consecutivo, mayordomo de las fiestas en Managua por el arzobispo capitalino, Leopoldo Brenes.
La ceremonia de la entrega de la "tajona" al alcalde se desarrolló entre mucha quema de pólvora y música de marimbas de arco, que llegaron a Nicaragua de África centurias atrás.
Con motivo del inicio de las fiestas patronales de Managua, se realiza la tradicional “Bendición del Barco”, mismo que transportará al Santo Patrono del Gancho de Camino a la Iglesia Santo Domingo de Managua; posteriormente éste acto litúrgico, los Honorables Miembros del Concejo de Managua entregar el Barco a los pobladores del barrio San Judas para esperar la víspera de la Traída del Santo.
Las fiestas se inician con la entrega de la Tajona al Mayordomo de las Fiestas Patronales. Procediendo con la tradicional Roza del Camino, que simbólicamente parte del sector del Gancho de Caminos hasta La Cruz del Paraíso, donde el Mayordomo recibe la Tajona.
Esta tradicional fiesta, tiene la participación de centenares de capitalinos, promesante y turistas, quienes disfrutan del colorido de las festividades; con la participación de las candidatas a los concursos de: Reina, India Chiquita e India Bonita, además del acompañamiento del Cacique Mayor, inditos, vaquitas y los bailes folcklóricos.
El Mayordomo de las Fiestas Patronales, realiza un recorrido por Hornos en las Comarcas: Membreño, Esquipulas y Las Sierritas, en donde las familias de estas comunidades preparan alimentos como rosquillas, indio viejo, nacatamales, entre otros, para celebrar la vela del Santo.
El desfile Hípico es muy concurrido, con caballos de las mejores caballerizas de la nación, llegan los dueños y cridaores de caballos. La Hípica, sale del malecón acompañada de las carrozas, musica, de los chicheros, vendedores, promesantes y miles de personas celebrando las festividades, llegando a la laguna de Tiscapa, después va hacia el oeste hasta la rotonda el Güegüense, girando finalmente hacia el sur, hacia la rotonda de El Periodista y cerca de ahi termina.
Cacique Mayor
comienza la tradición el 4 de Agosto de 1970
Fiestas de
Santo Domingo de Guzmán
Managua, Nicaragua
El caldo colorado (Plato típioo Mixqeño)
caldo de res servido en las
fiestas agostinas de Santo Domingo
en Guatemala
Fiestas Agostinas de Santo Domingo de Guzmán
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Managua, Nicaragua
Santo Domingo de Guzmán en Mixco
Guatemala
Julio y Agosto