Mi amor
para el arte empez� cuando ni�a, recuerdo caminando por las calles de Europa
y el Oriente Medio con mi hermana, sostenida de la mano de mi madre, y mi padre
que me alzaba para que pudiera ver las obras de arte que eran demasiado altas
para verlas claramente.
Recuerdo mi fascinaci�n por su colores y sus ilusiones
de tri-dimensionalidad. Tambi�n, las esculturas que parec�an como si iban a
hablar. Recuerdo, en el Louvre, los estudiantes con sus grandes
caballetes y sus batas de artistas reproduciendo trabajos de los grandes
maestros.
El dibujo fue siempre mi pasatiempo favorito, lo mismo que la lectura. Dibujar durante
clases me gano rega�izas de las monjas en el colegio, pero era extremadamente
�til viajando a diferentes pa�ses me hacia entender f�cilmente con mis dibujos y
esquemas.
Con mi
arte deseo alcanzar al espectador e invitarle a pasar. Quiero atraerlo a venir a
mi mundo y que disfrute de la visita con el pasado, o se imagine c�mo el futuro
lo vera.
Cuando creo un retrato de una foto o de un daguerrotipo, quiero traer
esa persona hacia el presente y ayudar a establecer una relaci�n cari�osa
entre hombre contempor�neo y sus ra�ces. El retrato es un legado con el que
trato de capturar la esencia y personalidad del sujeto y talvez su alma.
En esta
era digital, con esta vida r�pida y desechable, quiero crear no solamente un
recuento de personas y lugares, sino un puente duradero entre generaciones, en
el cual la gente del presente se identifica con sus ancestros con
orgullo. |