39.
DON AMBROSIO: �Qui�n te ha de hablar, G�eg�ence embustero!
40.
GUEGUENCE: �Me hablas, don Forcico?
41.
DON FORCICO: No, papito, Ser�n los o�dos que le chillan.
42. GUEGUENCE: Eso ser�, muchacho. Cuida la bodega que voy a ver
si puedo volar.
43.
ALGUACIL: Un momento, G�eg�ence.
�De qu� modo y con qu�
cortes�as acceder�s a la presencia real del Se�or Gobernador
Tastuanes?
44.
GUEGUENCE: �Pues con cu�les, Capit�n Alguacil Mayor?
45.
ALGUACIL: Primero ha de ser con un son para divertir al
Cabildo Real del
Se�or Gobernador Tastuanes.
46.
GUEGUENCE: �Son, Capit�n Alguacil Mayor?
Pues susp�ndanse en
el campamento de los Se�ores del Se�or Gobernador
Tastuanes.
47.
ALGUACIL: Para servirle, G�eg�ence.
Dios misericordioso
guarde a los Se�ores Principales que ya no gozar�n de los
sones y robos, andanzas y mudanzas, velancicos y
favoritismos, G�eg�ence igualado.
[Dan vuelta los dos
bailando y habla el]
48.
ALGUACIL: Ya estamos con paraje.
49.
GUEGUENCE: Ya estamos con coraje.
50.
ALGUACIL: En el paraje.
51.
GUEGUENCE: En el obraje.
52.
ALGUACIL: En el paraje.
53.
GUEGUENCE: En el paraje, pues[...] Capit�n Alguacil Mayor:
�por qu� no me ense�a los modos galantes y cortes�as para
entrar y salir
ante la presencia real del Se�or Gobernador
Tastuanes?
54.
ALGUACIL: �C�mo no!, G�eg�ence; pero no de balde.
Primero
debo recibir mi salario.
55.
GUEGUENCE: �Pescados salados? �Ah!, muchachos,
�all� est�n
las redes de pescados salados que trajimos de la Conchagua?
56. DON FORCICO: Ah� est�n, papito.
57.
DON AMBROSIO: �Qu� redes de pescados salados vas a tener
G�eg�ence embustero?
58.
GUEGUENCE: �C�mo no!, mala casta, ojos de sapo muerto.
[Al
Alguacil] Siento mucho decirle que se nos acabaron los
pescados salados.
59.
ALGUACIL: Nada entiendo de pescados salados, G�eg�ence.
60.
GUEGUENCE: Pues, �qu� es lo que quiere, se�or Capit�n
Alguacil Mayor?
61.
ALGUACIL: Reales de plata, G�eg�ence.
62.
GUEGUENCE: �Ah!, redes de plato. �Ah!, muchachos:
�all�
est�n las redes de plato que trajimos de la Conchagua?
63.
DON FORCICO: Ah� est�n, papito.
64.
GUEGUENCE: Se�or Capit�n Alguacil Mayor: tenemos muchos
platos.
�De qu� clase los quiere: de china o de barro.
65.
ALGUACIL: Ni de china ni de barro. Yo no quiero platos,
G�eg�ence.
66.
GUEGUENCE: �Y qu� cosa, pues, se�or Capit�n Alguacil Mayor?
67.
ALGUACIL: Pesos duros, G�eg�ence.
68.
GUEGUENCE: �Ah!, quesos duros de quellos grandotes.
�Ah! muchachos, �ah� est�n los quesos duros que trajimos de la
Conchagua?
69.
DON FORCICO: No, papito. Se los comi� mi hermanito don
Ambrosio.
70.
DON AMBROSIO: �Qu� quesos duros vas a tener, G�eg�ence
embustero?
71.
GUEGUENCE: C�mo no, mala casta; despu�s que te los has
tragado.
[Al Alguacil] Se�or Capit�n Alguacil Mayor: se nos
acabaron los quesos duros, porque aqu� traigo un muchacho
tan trag�n que no no deja nada.
72.
ALGUACIL: Yo no s� nada de quesos duros, G�eg�ence.
73.
GUEGUENCE: �Qu� quiere, pues, Se�or Capit�n Alguacil Mayor?
74.
ALGUACIL: Doblones de oro y de plata, G�eg�ence.
75.
GUEGUENCE: �Ah!, doblones �Ah! muchachos, �saben doblar?
76.
DON FORCICO: Si, papito.
77.
GUENGUENCE: Pues doblen, muchachos. Y que Dios lleve con
bien
al Se�or Capit�n Alguacil Mayor que hace un ratito
estuvimos con �l tratando
y contratando, y se lo llev� una
bola de fuego.
78.
ALGUACIL: �Para tu culo, G�eg�ence! Yo no quiero escuchar
dobles.
79.
GUEGUENCE: �Y qu� quiere, pues, Capit�n Alguacil Mayor?
80.
ALGUACIL: Doblones de oro y de plata, G�eg�ence.
81.
GUEGUENCE: �Doblones de oro y de plata? Pues h�bleme recio,
que como soy viejo y sordo no oigo lo que me dicen;
y por
estas tierras adentro no se entiende de redes de platos,
ni
de pescados salados, ni de dobles, sino de onzas de oro y
monedas de plata. Y vamos, �cu�nto quiere?
82.
ALGUACIL: Todo lo que tiene en la bodega, G�eg�ence.
83.
GUEGUENCE: �Todo, todo? �No me deja nada?
84.
ALGUACIL: Nada, nada, G�eg�ence.
85.
GUEGUENCE: �Ni un poquito?
86.
ALGUACIL: Ni un poquito.
87.
GUEGUENCE: Ya lo ven, muchachos, lo que hemos trabajado para
otro hambriento.
88.
DON FORCICO: As� es, papito.
89.
DON AMBROSIO: As� lo mereces, G�eg�ence embustero.
90.
GUEGUENCE: �Arre ya!, mala casta. Te comer�s las u�as.
91.
DON AMBROSIO: Las comeremos, G�g�ence.
92.
GUEGUENCE: [al Alguacil]: Pues, ponga las manos
[y las dos
manos pone el hambriento]. �Y qu� buenas u�as se gasta el
amigo
Capit�n Alguacil Mayor!, �si parecen de perico ligero!
�Ah!, una bomba caliente para estas u�as.
93.
ALGUACIL: �Para tu culo, G�eg�ence!
94.
GUEGUENCE: Pues tome. Uno, dos, tres, cuatro.�Ay mi plata!,
muchachos.
Cuatrocientos y tantos pesos le he dado al amigo
Capit�n Alguacil Mayor...
Usted, �no sabe cu�l es real ni
cu�l es medio?
95.
ALGUACIL: �C�mo no! Si entiendo todo, G�eg�ence.
96.
GUEGUENCE: La mitad de este medio hacen dos cuartillo; un
cuartillo,
dos octavos, dos cuartos; un cuarto, dos
maraved�s; cada maraved�, dos blancos.
97. ALGUACIL: Pues
�chelos todos.
98.
GUEGUENCE: Pues ens��eme.
99. ALGUACIL: Pues aprenda.
100. GUEGUENCE: Pues qu� espera. Muestrem� c�mo.
101. ALGUACIL [A manera de lecci�n]: Dios guarde al Se�or
Gobernador Tastuanes.
102. GUEGUENCE: Dios parte al Se�or Gobernador Tastuanes.
103. ALGUACIL: Dios proteja al Se�or Gobernador Tastuanes.
104. GUEGUENCE: Dios aleje al Se�or Gobernador Tastuanes.
105. ALGUACIL: Usted es un porfiado, G�eg�ence; usted ha
menester una docena de cueros.
106. GUEGUENCE: �Docena de cueros? �Ah!, muchachos, �nos
faltan reatas o cobijones? Aqu� el Capit�n Alguacil Mayor
ofrece una docena de cueros.
107. DON FORCICO: S�, papito.
108. GUEGUENCE: Capit�n Alguacil: �y qu� clase de cueros
quiere? �De crud�a o de gamuza?
109. ALGUACIL[le da dos rejazoz]: �Para que aprendas,
G�eg�ence!
110
GUEGUENCE: �Arre ya! Con que, bueno: despu�s de pagado, me
has azotado; esos no son cueros, son azotes.
111. DON AMBROSIO: As� lo mereces, G�eg�ence embustero.
112. DON FORCICO: Dios guarde al Se�or Gobernador Tastuanes,
a sus criados y criadas, a los alcaldes ordinarios de la
Santa Hermandad,
regidores y notarios y depositarios. Y
tambi�n a los allegados al Cabildo Real
del Se�or Gobernador
Tastuanes.
113. GUEGUENCE: Amigo Capit�n Alguacil Mayor: si de balde le
he dado
mi dinero, si estos son mis lenguajes, �no ser�a
mejor obtener un libro de romance
y recitarlo s�lo para
entrar en la presencia del Se�or Gobernador Tastuanes?
114. ALGUACIL: As� �s, G�eg�ence.
115. GUEGUENCE: �D�nde, amigo Capit�n Alguacil Mayor?{Aqu�
entra abruptamente el Gobernador y dice el G�eg�ence]: Dios
misericordioso guarde a Usted, Se�or Gobernador Tastuanes.
116. GOBERNADOR: Dios misericordioso proteja a usted,
G�eg�ence. �se encuentra bien?
117.GUGENCE: Ya estoy en su presencia, en la de sus criados
y criadas, en la de los alcaldes ordinarios de la Santa
Hermandad, regidores y notarios y depositarios. Y tambi�n en
la de los allegados al Calbildo real del Se�or gobernador
Tastuanes.
118. GOBERNADOR: Pues, G�eg�ence: �qui�n te ha dado licencia
para entrar en mi presencia real?
119. GUEGUENCE: �V�lgame Dios, Se�or Gobernador Tastuanes!
�es menester licencia?
120. GOBERNADOR: Es menester licencia, G�eg�ence.
121. GUEGUENCE: �Oh, v�lgame Dios, Se�or Gobernador
Tastuanes! Cuando yo anduve por esas tierras adentro, por
Veracruz, por Verapaz, por Antepeque, arriando mi recua,
guiando a mis muchachos; opa, llega don Forcico donde un
mesonero y le pide nos traiga una docena de huevos; y vamos
comiendo y descargando., y vuelto a ca(r)gar, y me voy de
paso. Y no es menester licencia para ello, Se�or Gobernadord
Tastuanes.
122. GOBERNADOR: Pues aqu� es menester licencia, G�eg�ence.
123. GUEGUENCE: �V�lgame Dios, Se�or Gobernador Tastuanes!
Viniendo yo por una calle derecha, me columbr� una ni�a que
estaba sentada en una ventana de oro, y me dice: qu� gal�n
el G�eg�ence, qu� bizarro el G�eg�ence; aqu� tienes bodega,
G�eg�ence; entra, G�eg�ence; si�ntate, G�eg�ence, aqu� hay
dulce, G�eg�ence, aqu� hay lim�n. Y como soy un hombre tan
gracejo, salt� a la calle con una capa de montar que con sus
adornos no se distingu�a de lo que era, llena de plata y oro
hasta el suelo. Y as� una ni�a me dio licencia, Se�or
Gobernador Tastuanes.
124. GOBERNADOR: Pues una ni�a no puede dar licencia,
G�eg�ence.
125. GUEGUENCE: �V�lgame Dios, Se�or Gobernador Tastuanes!
No seamos tontos. seamos amigos y negociemos mis fardos de
ropa. En primer lugar, tengo cajoner�a de oro, cajoner�a de
plata, ropa de Castilla, ropa de contrabando, g�ipil de
pecho, g�ipil de pluma, medias de seda, zapatos de oro,
sombreros de castor, estriberas de lazos de oro y de plata,
que ser�n del agrado y satisfacci�n del Se�or Gobernador
Tastuanes.
126. GOBERNADOR: Si es de mi agrado y satisfacci�n o no,
G�eg�ence, no puedo averig�arlo entre tanta palabrer�a. �No
ser� mejor que don Forcico y don Ambrosio informen de sus
tantas riquezas y muchas hermosuras y bellezas a mi Calbildo
Real?
127. GUEGUENCE: �No lo sabe ya, h�bil Se�or Gobernador
tastuanes?
128. GOBERNADOR: No lo s�, G�eg�ence.
129. GUEGUENCE: En ese caso, que el amigo Capit�n Alguacil
Mayor suspenda en mi presencia los sones y robos, andanzas y
mudanzas, velancicos y favoritismos de los Se�ores
Principales, que don Forcico informar� al Cabildo Real de
mis tantas riquezas, hermosuras y bellezas.
130. GOBERNADOR: caballero Alguacil Mayor: suspenda en el
campamento de los Se�ores Principales los sones y robos,
andanzas y mudanzas, velancicos y favoritismos, que don
Forcico informar� a mi Cabildo Real de las riquezas,
hermosuras y bellezas del G�eg�ence.
131. ALGUACIL: A sus �rdenes siempre, Se�or Gobernador
Tastuanes. Dios misericordioso guarde a los Se�ores
Principales, que ya no gozar�n de sus sones y robos,
andanzas y mudanzas, velancicos y favoritismos, pues don
Forcico va a decir la verdad. [Aqu� el Alguacil saca a don
Forcico para hablar con el Gobernador]
132. DON FORCICO: Dios misericordioso guarde a Usted Se�or
Gobernador Tastuanes.
133. GOBERNADOR: Dios misericordioso proteja a usted, don
Forcico. �Se encuentra bien?
134. DON FORCICO: Ya estamos aqu�, en presencia de Usted y
de sus criados y criadas, de los alcaldes ordinarios de la
Santa Hermandad, de los regidores y notarios y depositorios;
en la de todos los miembros que adornan el Cabildo Real del
Se�or Gobernador Tastuanes.
135. GOBERNADOR: Pues don Forcico: lo he llamado para que me
diga la verdad sobre el G�eg�ence: que es un hombre rico,
que tiene muchas riquezas, hermosuras y bellezas; en primer
lugar, cajoner�a de oro, cajoner�a de plata, doblones de oro
y monedas de plata. D�game la verdad, don Forcico.
136. DON FORCICO: V�lgame Dios, Se�or Gobernador Tastuanes:
es corto el d�a y la ncohe para contar las riquezas de mi
padre; en primer lugar, cajoner�a de oro, cajoner�a de
plata, ropa de Castilla, ropa de contrabando, estriberas de
lazo de oro y de plata. �Es suficiente, chupasangre Se�or
Gobernador Tastuanes?
137. GOBERNADOR: No es suficiente, don Forcico. Quiz�s todo
eso sea palabrer�a. Es mejor llamar a don Ambrosio para que
diga la verdad sobre las muchas riquezas, hermosuras y
bellezas que cuenta el G�eg�ence a mi Cabildo Real.
138. DON FORCICO: Se�or Gobernador Tastuanes: si el amigo
Capit�n Alguacil Mayor suspende en el campamento de los
Se�ores Principales los sones y robos, andanzas y mudanzas,
velancicos y favoritismos, pues mi hermanito don Ambrosio
vendr� a decir la verdad. 139. GOBERNADOR: Caballero Capit�n
Alguacil Mayor: suspenda en el campamento de los Se�ores
Principales los sones y robos, andanzas y mundanzas,
velancicos y favoritismos, para que don Ambrosio venga a
decir la verdad sobre las supuestas riquezas, hermosuras y
bellezas del G�eg�ence.
140. ALGUACIL: Para servirle siempre, Se�or Gobernador
Tastuanes. Dios misericordioso guarde a los Se�ores
Principales que ya no gozar�n de sus sones y robos, andanzas
y mundanzas, velancicos y favforitismos, pues don Ambrosio
viene a decir la verdad.
141. DON AMBROSIO: Dios Misericordioso guarde a Usted, Se�or
Gobernador Tastuanes.
142. GOBERNADOR: Dios misericordioso proteja a usted, don
Ambrosio. �Se encuentra bien?
143. DON AMBROSIO: Ya estamos aqu� en la presencia de Usted
y sus criados y criadas, en la de los alcaldes ordinarios de
la Santa Hermandad, de los regidores y notarios y
depositarios. Y tambi�n en la de todos los miembros del
Cabildo Real del Se�or Gobernador Tastuanes.
144. GOBERNADOR: Pues don Ambrosio: usted va a decirme la
verdad sobre lo que cuenta el G�eg�ence: que es hombre la
verdad sobre lo que cuenta el G�eg�ence: que es hombre rico;
que tiene, en primer lugar, cajoneria de oro, cajoner�a de
plata, ropa de castilla, ropa de contrabando, g�ipil de
pecho, g�ipil de pluma, medias de seda, zapatos de oro,
sombreros de castor, estriberas de lazo de oro y de plata, y
muchas otras hermosuras que ofrece ese jactancioso
G�eg�ence. D�game la verdad don Ambrosio.
145. DON AMBROSIO: V�lgame Dios, Se�or Gobernador Tastuanes.
Verg�enza me da contar las cosas de ese G�eg�ence embustero,
pues s�lo est� esperando que cierre la noche para salir de
casa ahurtar lo que hay en las cocinas para pasar �l, y su
hijo don Forcico. Dice que tiene cajoner�a de oro y es una
petaca vieja totolatera; que tiene catre de seda y es un
petate viejo revolcado; que tiene medias de seda y son unas
botijas viejas sin forro; que tiene zapatos de oro, y son
unas chancletas viejas sin suela; que tiene un fusil de oro,
y es s�lo el palo, porque el ca�on se lo quitaron.
146. GUEGUENCE: �Ve qu� afrenta de muchacho, hablador, boca
floja! [A don Forcico] Revi�ntale, hijo, la cabeza, que como
no es hijo m�o, me desacredita.
147. DON FORCICO �Quitate de aqu�, mala casta! No se espante
Se�or Gobernador Tastuanes en o�r a este hablador, que
cuando yo anduve con mi padre por la carretera de M�xico y
cuando venimos, ya estaba mi madre encinta de otro y por eso
sali� tan mala casta, Se�or Gobernador Tastuanes.
148. GUEGUENCE: Se�or Gobernador Tastuanes: �est� ya
contento y satisfecho de lo que ha informado don Forcico al
Cabildo Real de mis muchas riquezas, hermosuras y bellezas?
149. GOBERNADOR: Satisfecho o no satisfecho yo, no creo que
el Cabildo Real est� contento.
150. GUEGUENCE: �No est� informado ya, astuto Se�or
Gobernador Tastuanes? Pues ordene al amigo Capit�n Alguacil
Mayor suspenda en el Campamento de los Se�ores Principales
los sones y robos, andanzas y mudanzas, velancicos y
charlataner�as, que voy a mostrar mi tienda al Cabildo
Real.
151. GOBERNADOR: Hijo m�o, Capit�n Alguacil Mayor: suspenda
en el campamento de los Se�ores Principales los sones y
robos, andanzas y mudanzas, velancicos y charlataner�as para
darle gusto a ese in�til del G�eg�ence, pues va a mostrar su
tienda para agrado del Cabildo Real.
152. ALGUACIL: Para servirle siempre, Se�or Gobernador
Tastuanes. Dios guarde a los Se�ores Principales que ya no
gozar�n de sus sones y robos, andanzas y mudanzas,
velancicos y charlataner�as, pues se va a mostrar la tienda
al Cabildo Real.
152a. ARRIERO [en Verso]: �Boto las cargas aqu�, bajo de tu
regazo? Usted me dir�, Gueg�ence, o nos iremos de paso.
152b. GUEGUENCE: Ir�s a calar ac�, pues tengo que descargar,
porque toda esa riqueza la tengo que presentar. [Se prepara
la tienda. Da vuelta el G�eg�ence y los muchachos bailando
con la tienda, y habla el]
153. GUEGUENCE: Dios guarde a Usted, Se�or Gobernador
Tastuanes. Perm�tame ofrecerle mi tienda y mostrarla al
Cabildo Real. Alcen, muchachos; miren cu�nta hermosura. En
primer lugar, cajoner�a de oro, cajoner�a de plata, g�ipil
de pecho, g�ipil de pluma, medias de seda, zapatos de oro,
sombreros de castor, estriberas de lazo de oro y de plata;
muchas hermosuras, Se�or Gobernador Tastuanes. Perm�tame
ofrecerle ese lucero de la ma�ana que relumbra al otro lado
del mar y esta jeringuita de oro para remediar al Cabildo
Real del Se�or Gobernador Tastuanes.
154. GOBERNADOR: Para tu culo, G�eg�ence. [Aqu�,
aparentemente, falta un trozo de la obra]
155. GUEGUENCE: Este mi muchacho [aludiendo a Don Forcico]
tiene tantos oficios, que hastan en las u�as tiene encajados
los oficios.
156. GOBERNADOR: �Ser�n de arena, G�eg�ence!
157. GUEGUENCE: Pues m�s, ha sido escultor, fundidor,
repicador, piloto de altura de esos que se elevan hasta las
nubes, Se�or Gobernador tastuanes.
158. GOBERNADOR: Esos no son oficios permanentes,
G�eg�ence.
159. GUEGUENCE: Pues m�s, ha sido capintero,constructor de
yugos aunque sean de papayo, constructor de arados aunque
sean de tecomajoche. �Est� satisfecho, h�bil Se�or
Gobernador Tastuanes?
160. GOBERNADOR: Satisfecho, no Mejor ser�a, G�eg�ence,
pedirle a don Forcico que nos informe la verdad sobre sus
muchos oficios.
161. GUEGUENCE: Pues entonces que el amigo Capit�n Alguacil
Mayor suspenda en los campamentos de los Se�oress
Principales los sones y robos, andanzas y mudanzas,
velancicos y charlataner�as, pues don Forcico va a informar
la verdad sobre sus oficios al Cabildo Real.
162. ALGUACIL: Para servirle siempre, G�eg�ence. Dios guarde
a los Se�ores Principales que ya no gozar�n de sus sones y
robos, andanzas y mudanzas, velancicos y charlatener�a, pues
son Forcico va a informar al Cabildo Real. [se toca
velancico; el Alguacil saca a don Forcico a donde el
Gobernador]
163. DON FORCICO: Se�or Gobernador Tastuanes: hasta en las
u�as tengo encajados los oficicos.
164. GOBERNADOR: �Ser�n de arena, don Forcico?
165. DON FORCICO: pues m�s he sido escultor, fundidor,
repicador, piloto de alturas de aquellos que se elevan hasta
las nubes, Se�or Gobernador Tastuanes
166. GOBERNADOR: No me satisface del todo. Don Forcico debe
saber algunos diestros bailes y zapateados que diviertan al
Cabildo real.
167. DON FORCICO: �Oh, v�lgame Dios, se�or Gobernador
Tastuanes! Si el amigo Capit�n Alguacil Mayor suspende a los
Se�ores principales sus sones y robos, andanzas y mundanzas,
velancicos y charlataner�as, tendr�n corridos y otros
diestros bailes para divertir al Cabildo Real.
168. GOBERNADOR: Hijo m�o, Capit�n Alguacil Mayor: suspenda
en el campamento de los Se�ores Principales los sones y
robos, andanzas y mudanzas, velancicos y charlataner�a para
complacer a ese fachento del G�eg�ence.
169. ALGUACIL: Para servile siempre, Se�or Gobernador
Tastuanes. Que Dios proteja a los Se�ores Principales sin
sus sones y robos, andanzas y mudanzas, velancicos y
charlataner�as para que ese fachento del G�eg�ence pueda
divertir al Cabildo Real. [Primera bailada del "corrido", y
habla el]
170. GUEGUENCE: Se�or Gobernador Tastuanes: �ya est�
satisfecho de ver a mis hijos ejecutar diestros bailes y
zapateados para divertir al Cabildo Real?
171. GOBERNADOR: No estoy satisfecho, G�eg�ence. No lo sabr�
hasta que don Forcico y don Ambrosio puedan hacer algo para
divertir al Cabildo real.
172. GUEGUENCE: �No lo sabe ya, h�bil Se�or Gobernador
Tastuanes?
173. GOBERNADOR: No lo s�, G�eg�ence.
174. GUEGUENCE: Ordene, pues, al amigo Capit�n Alguacil
Mayor suspenda en el campamento de los Se�ores Principales
los sones y robos, bailes y corridos, favoritismos y charla-
taner�as para que don Forcico y don Ambrosio diviertan al
Cabildo Real. [vuelven a bailar el mismo "corrido", el
G�eg�ence y los dos muchachos, con el Alguacil, zapateado]
176. GUEGUENCE: Se�or gobernador Tastuanes: �est� ya
satisfecho de comprobar que ellos ejecutan diestros bailes y
zapateados para divertir al Cabildo real?
177. GOBERNADOR: No estoy satisfecho G�eg�ence.
178. GUEGUENCE: El Se�or Gobernador Tastuanes puede
comprobar tambi�n que don Forcico y don Ambrosio ejecutan
diestros bailes y zapateados con la m�sica del San Mart�n
para divertir al Cabildo real.
179. GOBERNADOR: A�n no lo s�, G�eg�ence. Hijo m�o, Capit�n
Alguacil Mayor: suspenda en el campamento de los S�ores
Principales los sones para que este fachento del G�eg�ence
pueda divertir al Cabildo Real con el baile del San Mart�n.
[Vuelta no m�s]
180. GOBERNADOR: �Ah!, G�eg�encre: ya estoy satisfecho de
comprobar que ustedes ejecutan zapateados para divertir al
Cabildo Real.
181. GUEGUENCE: satisfecho o no, Se�or Gobernador Tastuanes:
tal vez mi amigo el Capit�n Alguacil Mayor quisiera
comprobar c�mo don Forcico y don Ambrosio puedean divertir
al Cabildo Real con el son de Puerto Rico.
182. GOBERNADOR: Hijo m�o, Capit�n Alguacil Mayor: suspenda
en la residencia de los Se�ores Principales sus continuos
saraos para que el orondo G�eg�ence pueda consolar al
Cabildo Real con el son de Puerto Rico. [Se toca el son de
Puerto Rico y bailan]
183. GOBERNADOR: Est� bien, G�eg�ence. Ya estoy satisfecho
con el baile que han ejecutado para divertir al Cabildo
Real.
184. GUEGUENCE: Pero yo no estoy satisfecho, Se�or
Gobernador Tastuanes, pues unos van para atr�s y otros para
adelante.
185. GOBERNADOR: Eso no me importa, G�eg�ence. Lo que me
importa es si sabe la danza y zapateados del Macho-Rat�n
para regocijar al Cabildo Real.
186. GUEGUENCE: Se�or Gobernador Tastuanes y mi buen amigo
capit�n Alguacil Mayor: suspendan los continuos saraos en
las residencias de los Se�ores Principales para poder
divertir al Cabildo Real con la danza y zapateados de Macho
Rat�n. �Ah, muchachos, �qu� hay de los machos?
187. DON FORCICO: Ah� est�n, papito. [Se toca "la Valona"
para los muchachos que bailan en medio montados sobre los
machos]. 188. GUEGUENCE: Se�or Gobernador Tastuanes: �ya
est� satisfecho de la danza y zapateados, remates y corbios
del Macho Rat�n?
189. GOBERNADOR: No estoy satisfecho, G�eg�ence.
190. GUEGUENCE: Pues, Se�or Gobernador Tastuanes: �por qu� no
hacemos un trato y contrato con este tuno sin tunal
{aludiendo a don Forcico] y do�a Suche Malinche?
191. GOBERNADOR: �Hasta ahora me lo propone, G�eg�ence?
192. GUEGUENCE; Hasta ahora se lo propongo, se�or Gobernador
Tastuanes.
193. GOBERNADOR: Hijo m�o, Capit�n Alguacil Mayor, dir�jase
a la residencia del Se�or Escribano Real y h�gale obedecer
la orden de presentarse con do�a Suche Malinche en mi
presencia real. [Va el Alguacil a hablar con el Escribano
Real]
194. ALGUACIL: Dios misericordioso guarde a usted, Se�or
Escribano Real.
195. ESCRIBANO REAL: Dios Misericordioso proteja a usted.
�Se encuentra bien?
196. ALGUACIL: Me encuentro frente a usted, Se�or Escribano
Real, para que obedezca la orden de presentarse ante el
Se�or Gobernador Tastuanes con do�a Suche Malinche.
197. ESCRIBANO: Pues amigo, Capit�n Alguacil Mayor, suspenda
en las residencias de los Se�ores Principales los continuos
saraos para que pueda obedecer la orden con do�a Suche
Malinche.
198. ALGUACIL: Para servirle, se�or Gobernador Tastuanes.
[Aqu� se toca "el rujero", dan vueltas bailando y habla el]
199. ESCRIBANOS: Dios misericordioso guarde a Usted, Se�or
Gobernador Tastuanes.
200. GOBERNADOR: Dios misericordioso guarde a usted, hijo
m�o, Se�or Escribano Real. �Se encuentra bi�n?
201. ESCRIBANO: Estoy ante Usted, presto a obedecerle con
do�a Suche Malinche.
202. GOBERNADOR: Pues se�or Escribano Real, proceda a
celebrar el matrimonio entre el fachento del G�eg�ence, que
es hombre rico, y do�a Suche Malinche.
203. ESCRIBANO: Se�or Gobernador Tastuanes: primero tiene
que dotarla de saya de la China, g�ipil de pecho, g�ipil de
plumas, medias de seda, zapatos de oro, sombrero de castor,
para ser yerno suyo. [Se vuelve el Escribano a su lugar,
bailando con el Alguacil]
204. GOBERNADOR: �Ah!, G�eg�ence, me agrada que escoja
esposa.
205. GUEGUENCE: �Babosa?
206
GOBERNADOR: Esposa, G�eg�ence.
207. GUEGUENCE: Yo no soy del trato y contrato con usted. Es
mi muchacho.
208. GOBERNADOR: Eso no me importa, G�eg�ence.
209. GUEGUENCE: �Ah!, muchacho: �qu� trato y contrato tienes
con el Capit�n Alguacil Mayor?
210. DON FORCICO: Casarme, papito.
211. GUEGUENCE: �Casarte? Y tan chiquito te atreves a
casarte, muchacho?
212. DON FORCICO; s�, papito.
213. GUEGUENCE: �Y con qui�n me dejas, muchacho?
214. DON FORCICO: Con mi hermanito don Ambrosio.
215. GUEGUENCE: �Qu� caso me har� ese hipato!
216. DON AMBROSIO: Yo tambi�n me quiero casar.
217. GUEGUENCE: Para eso si eres bueno. [Al p�blico]. Don
Ambrosio tambi�n desea escoger esposa. [A don Forcico,
se�alando a una de las dos damas]. Ve, �qu� bizarra doncella
�sta, don Forcico!
218. DON FORCICO: No est� de mi gusto, papito.
219. GUEGUENCE: �Por qu�, muchacho?
220. DON FORCICO: Por que est� muy pachaca, papito.
221. GUEGUENCE: Pues es iguana o garrobo para que est�
pachaca. �Qui�n la ech� a perder, muchacho?
222. DON FORCICO: Mi hermanito don Ambrosio, papito.
223. GUEGUENCE: Para eso es bueno este soplado, ojos de sapo
muerto. [A don Forcico, se�alando a la otra dama]. Ve, �qu�
bizarra doncella esta otra, muchacho!
224. DON FORCICO: Pero
si est� aventada, papito.
225. GUEGUENCE: �Qui�n la avent�, muchacho?
226. DON FORCICO: Mi hermanito don Ambrosio.
227. GUEGUENCE: �C�mo aventatastes a esta dama, don
Ambrosio?
228. DON AMBROSIO: Pues durmiendo con vos, G�eg�ence.
229. GUEGUENCE: C�llate, mala casta. [Se�alando a do�a Suche
Malinche]. Mira, �qu� bizarra dama esta otra, muchacho!
230.
DON FORCICO: Esta si esta de mi gusto, papito.
231. GUEGUENCE: Sabes escoger compa�era, �no, muchacho? pero
no sabes escoger un buen machete para una buena rozadera.
232. DON FORCICO: Tambi�n, papito.
233. GUEGUENCE: Se�or Gobernador Tastuanes: firmamos el
trato y contrato.
234. GOBERNADOR: Firmemoslo, G�eg�ence.
235. GUEGUENCE: Ya est�, Se�or Gobernador Tastuanes... lo
que siento es mi muchacho, que se me pierde.
236. GOBERNADOR: eso no me importa, G�eg�ence. [Aqu� se
casan, dan vuelta bailando, y habla el]
237. GOBERNADOR: Hijo m�o, Capit�n Alguacil Mayor: difunda
en la provincia que este gran buf�n del G�eg�ence va a
obsequiar un par de botijas de vino de Castilla al Cabildo
Real.
238. REGIDOR: Un momento, Se�or Capit�n Alguacil Mayor
[dirigi�ndose al G�eg�ence]: Distinguido y audaz amigo: en
nombre del Cabildo Real te damos los parabienes, y tambi�n a
do�a Suche Malinche, que goce inmenso a su don Forcico. �Tu
hijo, G�eg�ence!
239. ALGUACIL: �Ah!, G�eg�ence: ya se sabe en la Provincia
Real del Se�or Gobernador Tastuanes que usted va a proveer
una yunta de botijas de vino de Castilla para brindar con el
Cabildo Real del Se�or Gobernador Tastuanes.
240. GUEGUENCE: �Ah!, muchachos, ya lo ven, repletos
estamos. Est� bueno ser casado, pero ahora se nos ofrece un
gran trabajo. Viene el Provincial y no tenemos provisi�n.
[Al Alguacil]. Amigo Capit�n Alguacil Mayor: �d�nde dej� al
Provincial, en Managua o en Nindir�?
241. ALGUACIL: Acaso no me interesa el Provincial,
G�eg�ence. Una yunta de botijas de vino es lo que me
interesa.
242. GUEGUENCE: Ya lo ven, muchachos, una yunta de
bueyes, y ha de ser con carreta.
243. ALGUACIL: No me interesa los bueyes ni la carreta,
G�eg�ence; una yunta de botijas de vino de castilla para
brindar con el Cabildo Real del Se�or Gobernador Tastuanes
es lo que me interesa.
244. GUEGUENCE: Ya lo ves, muchacho, en qu� vaina me metes
con ser casado. Ya has o�do el servicio que pide el Se�or
Gobernador Tastuanes: una yunta de botijas de vino de
Castilla para una bebiata del Se�or Gobernador Tastuanes.
�Te atreves a buscarla, o a sacarla, muchacho?
245. DON FORCICO: No tengo de d�nde, papito.
246. GUEGUENCE: Para escoger mujer si eres bueno. [ A don
Ambrosio] �Te atreves a buscar una yunta de botija de vino
de Castilla, don Ambrosio?
247. DON AMBROSIO: No tengo de d�nde, G�eg�ence.
248. GUEGUENCE: Qu� cosa buena has de hacer, mala casta. [A
don Forcico] Con que, �no te atreves, muchacho?
249. DON FORCICO: No, papito.
250. GUEGUENCE: Pues a ganar o
a perder. Voy a buscar la yunta de botijas de vino.
251. DON FORCICO: No vaya, paito. Ya me hice del par de
botijas de vino.
252. GUEGUENCE: �A d�nde la hibiste, muchacho?
253. DON FORCICO: En casa de un amigo.
254. GUEGUENCE; �Qui�n te ense�o a hacer amigo?
255. DON FORCICO: Usted, papito.
256. GUEGUENCE: Calla, muchacho: �qu� dir� la gente si sabe
que yo ense�o a hacer amigo?
257. DON AMBROSIO: Y pues, �no es verdad que ense�as malas
ma�as a tu hijo?
258. GUEGUENCE: �Arre ya!, mala casta. Malas ma�as como las
que ten�s vos. Amigo Capit�n Alguacil Mayor: ya disponemos
de la yunta de botijas de vino. �No habr� un macho de la
cofrad�a o de la comunidad para llevarla?
259. ALGUACIL: Vean, �qu� fama de hombre de bien!
260. GUEGUENCE: �Claro que soy hombre de bien! Traigo mis
propios machos, pero est�n raspados desde la cruz hasta el
rabo por hacer tantas diligencias, amigo Capit�n Alguacil
Mayor. [A sus hijos] �Ah!, muchachos, �qu� es de los
machos?
261. DON FORCICO: Ah� est�n, papito. [Aqu� cogen los machos,
y dan una vuelta bailando los muchachos con ellos]
262. DON FORCICO: Ya est�n cogidos los machos, papito.
263. GUEGUENCE: �Encogidos? �Ser� de fr�o?
264. DON FORCICO: Los machos ya est�n cogidos.
265. GUEGUENCE: �Cogidos? �Pues no eran cojudos?
266. DON FORCICO: Cogidos los machos, papito.
267. GUEGUENCE: �Cogidos los machos? Pues h�blame recio.
�Ad�nde est�n los machos?
268. DON FORCICO: Aqu� est�n,
papito.
269. GUEGUENCE: �Qu� macho es este puntero, muchacho?
270. DON FORCICO: El macho viejo, papito.
271. GUEGUENCE: �Y este otro macho?
274. DON FORCICO: El macho mohino.
275. GUEGUENCE: �Y este otro macho?
276. DON FORCICO: El macho hu�rfano.
277. GUEGUENCE: �Ya aparejaron los machos?
278. DON FORCICO: No, papito. Apar�jelos usted.
279. GUEGUENCE: [resignado]: Todo lo ha de hacer el viejo.
280. DON FORCICO: Si, es mejor, papito.
281. GUEGUENCE: �Ya est� sana la cinchera de este macho,
muchacho?
282. DON FORCICO: Ya est�, papito.
283. GUEGUENCE: Y este otro macho, �ya esta sana la
ri�onada?
284. DON FORCICO: Ya est�, papito.
285. GUEGUENCE: Qu� sana ha de estar, muchacho, si as� tiene
tanta estaca por delante. �Ad�nde se estac� este macho,
muchacho
286. DON FORCICO: En el potrero, paito.
287. GUEGUENCE: Eso merece por salirse de un potrero a otro
potrero. Y la vaticola de este macho, �ya est� sana,
muchacho?
288. DON FORCICO: Ya est�, papito.
289. GUEGUENCE: Qu� sana ha de estar, muchacho, si le ha
bajado la fluci�n por debajo de las piernas y la tiene muy
hinchada.
290. DON FORCICO: Revi�ntela usted, papito.
291. GUEGUENCE: Ah� se reventar� sola, muchacho. �Qu� falta?
292. DON FORCICO: Alzar el fardo.
293. GUEGUENCE: �Calentar
el jarro?
294. DON FORCICO: Alzar el fardo.
295. GUEGUENCE: �Ah! el
fardo. �Ad�nde est� el fardo?
296. DON FORCICO: Aqu� est�,
papito.
296a. GUEGUENCE: �C�mo se alza este fardo, de pulso que
derrama, muchacho.
296b. DON FORCICO; de canto, paito.
296c. GUEGUENCE: cantar� usted, que es buen cantor:[A don
Ambrosio] Don Ambrosio: �c�mo se alza este fardo, de pulso o
de canto?
296d. DON AMBROSIO: De canto, G�eg�ence.
296e. GUEGUENCE: Cantar� usted que es buen sapo. [Al
Alguacil] Amigo Capit�n Alguacil Mayor: �c�mo se alza este
fardo, de pulso o de canto?
296f. ALGUACIL: De canto, G�eg�ence.
296g. GUEGUENCE:
Cantar� usted, que es un buen gallo.
297. GUEGUENCE: �Ah!, mi tiempo, cuando fui muchacho. El
tiempo del hilo azul...; cuando me veia en aquellos campos
de los Diriomos alzando aquellos fardos de guayabas. �No,
muchachos?
298. ALGUACIL: Date prisa, G�eg�ence.
299. GUEGUENCE: �Que me d� preso? �Por que, Capit�n Alguacil
Mayor?
300. ALGUACIL: Que te des prisa.
301. GUEGUENCE: Mejor
d�jeme recordar mis tiempones, que con eso me consuelo.[A
sus hijos, en voz alta]: �Ah!, muchachos, �para d�nde vamos?
�Para atr�s p para adelante?
302. DON FORCICO: Para
adelante, papito.
302a. ARRIERO: D�jeme alzar ese fardo. que yo lo tengo que
alzar. para que en seguida de esto volvamos a caminar.
303. GUEGUENCE: Pues, �a los estribos, muchachos! [Salen los
muchachos, montados en los machos, bailando]
304. GUEGUENCE:
�Ah!, muchachos: �no habr� por ah� un cepillo que quiera
brindar por el Cabildo Real del Se�or Gobernador Tastuanes?
305. DON FORCICO: S� hay, papito. [Aqu� se empieza a brindar].
306. GUEGUENCE: Se�or Gobernador Tastuanes: perm�tame un
brindis por Castilla con un trago de vino.
307. GOBERNADOR: De acuerdo. G�eg�ence
308. GUEGUENCE: Se�or Escribano Real: �me acepta un brindis
por Castilla con un trago de vino?
309. ESCRIBANO: De acuerdo, G�eg�ence.
310. GUEGUENCE: Se�or Cagador Real: �brindamos por Castilla
con vinagre de vino?
311. REGIDOR: Muy bien, G�eg�ence.
312. GUEGUENCE: Se�or Capit�n Alguacil Mayor: perm�tame
brindar por Castilla con vinagre de vino.
313. ALGUACIL: Igualmente, G�eg�ence.
314. GUEGUENCE: �Pues nosotros, �a la gorra, muchachos! [Aqu�
se toca "el borracho:]
Final