Poeta espa�ol. Es una de las figuras m�s importantes del romanticismo y sus Rimas supusieron el punto de partida de la poes�a moderna espa�ola. Naci� en Sevilla, hijo de un pintor y hermano de otro, Valeriano. Tambi�n �l mismo practic� la pintura, pero, despu�s de quedarse hu�rfano y trasladarse a Madrid, en 1854, la abandon� para dedicarse exclusivamente a la literatura. No logr� tener �xito y vivi� en la pobreza, colaborando en peri�dicos de poca categor�a. Posteriormente escribi� en otros m�s importantes, donde public� cr�nicas sociales, algunas de sus Leyendas y los ensayos costumbristas Cartas desde mi celda. Obtuvo un cargo muy bien pagado, en 1864, de censor oficial de novelas. Hacia 1867 escribi� sus famosas Rimas y las preparaba para su publicaci�n, pero con la Revoluci�n de 1868 se perdi� el manuscrito y el poeta tuvo que preparar otro, en parte de memoria. Su matrimonio, con la hija de un m�dico, le
dio tres hijos, pero se deshizo en 1868. B�cquer, que desde 1858 estaba aquejado de una grave enfermedad, probablemente tuberculosa o ven�rea, se traslad� a Toledo, a casa de su hermano Valeriano. Este muri� en septiembre de 1870 y el poeta el 22 de diciembre, a los treinta y cuatro a�os.
Las Rimas, una colecci�n de setenta y seis poes�as, publicadas al a�o siguiente con el t�tulo inicial de El libro de los gorriones, poseen una cualidad esencialmente musical y una aparente sencillez que contrasta con la sonoridad un tanto hueca del estilo de sus predecesores. Formalmente son poemas breves en versos asonantes, donde el mundo aparece como un conjunto confuso de formas invisibles y �tomos silenciosos cargados de posibilidades arm�nicas que se materializan en visi�n o sonido gracias a la acci�n del poeta que une las formas con las ideas. Se refieren a la emoci�n de lo vivido, al recuerdo, a experiencias convertidas en sentimientos. Tambi�n aparece el amor, el desenga�o, el deseo de evasi�n, la desesperanza y la muerte. Su pureza y humildad, junto con su enga�osa sencillez, suponen la -culminaci�n de la poes�a del sentimiento y de la fantas�a-, en palabras de Jorge Guill�n, y como dijo Luis
Cernuda: -Desempe�an en nuestra poes�a moderna, un papel equivalente al de Garcilaso en nuestra poes�a cl�sica: el de crear una nueva tradici�n que llega a sus descendientes.- Un acento po�tico semejante y una calidad art�stica nada inferior, tienen las Leyendas, t�tulo con el que se agrupan todas las narraciones en prosa de B�cquer. Se publicaron originalmente en peri�dicos, entre 1861 y 1863, por lo que se supone que su composici�n fue anterior a la mayor parte de las Rimas. Son veintid�s y est�n escritas con un estilo vaporoso, delicado y r�tmico, donde abundan las descripciones, las im�genes y las sensaciones. Revelan un aspecto importante del romanticismo literario de su autor al mostrar un inter�s art�stico y arqueol�gico por la edad media, con sus templos y claustros rom�nicos o g�ticos, campos sombr�os y calles tenebrosas, palacios y castillos. Predomina en ellas un esp�ritu donde se impone lo misterioso, lo sobrenatural y m�gico con historias de ra�z popular en muchas ocasiones, en las que la b�squeda de lo inalcanzable suele ser su argumento central. B�cquer tambi�n escribi� teatro, adapt� obras dram�ticas ligeras francesas e italianas. Colabor� en una gran obra editorial, Historias de los templos de Espa�a, de la que s�lo
apareci� un volumen, en 1864. Y en sus Cartas literarias a una mujer, de 1860-61, expone sus puntos de vista con respecto a su poes�a, que para �l es -est�tica del sentimiento.- Las Rimas y las Leyendas de B�cquer contin�an edit�ndose con regularidad y, a�n hoy en d�a, constituyen uno de los puntos de referencia capitales de la literatura moderna espa�ola.
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