Tiene instantes de intensas amarguras
la sed de idolatrar que el hombre agita,
del supremo Se�or la faz bendita
ya no r�e del cielo en las alturas.
Qu� poco logras, F�, cuando aseguras
t�rmino a su ansiedad, que es infinita
y otra vida despu�s do resucita
y halla, en un mundo mejor, horas m�s puras!
Sin columna de luz, que en el desierto
gu�e su paso a punto conocido,
continua el cruel peregrinaje,
para encontrar en el futuro incierto
las soledades hondas del olvido
tras las fatigas del penoso viaje.
II
�El pensamiento humano? No sonr�as
si al llegar, las nociones verdaderas
a polvo imperceptible de Quimeras
reducen tu ilusi�n, con manos fr�as.
Deja las peligrosas fantas�as
y busca en perfumadas primaveras
todo el supremo bienestar, que esperas
del Cielo que prometes o que ans�as.
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