�Poeta, di paso Los furtivos besos!... �La sombra! �Los recuerdos! La luna no vert�a all� ni un solo rayo... Temblabas y eras m�a. Temblablas y eras m�a bajo el follaje espeso; una errante luci�rnaga alumbr� nuestro beso, el contacto furtivo de tus labios de seda... La selva negra y m�stica fue la alcoba sombr�a... En aquel sitio el musgo tiene olor de reseda... Filtr� luz por las ramas cual si llegara el d�a... Entre las nieblas p�lidas la luna aparec�a... �Poeta, di paso los �ntimos besos! Ah, de las noches dulces me acuerdo todav�a! En se�orial alcoba, do la tapicer�a amortiguaba el ruido con sus hilos espesos, desnuda t� en mis brazos fueron m�os tus besos; tu cuerpo de veinte a�os entre la roja seda, tus cabellos dorados y tu melancol�a, tus frescuras de virgen y tu olor de reseda... apenas alumbraba la l�mpara sombr�a los deste�idos hilos de la tapicer�a. �Poeta, di paso el �ltimo beso! �Ah, de la noche tr�gica me acuerdo todav�a! El ata�d her�ldico en el sal�n yac�a, mi o�do fatigado por vigilias y excesos, sinti� como a distancia los mon�tonos rezos! T�, mustia, yerta y p�lida entre la negra seda, la llama de los cirios temblaba y se mov�a, perfumaba la atm�sfera un olor de reseda, un crucifijo p�lido los brazos extend�a �y estaba helada y c�rdena tu boca que fue m�a! |